A continuación: Coger un resfriado, Glo Germ, el vino tinto y las enfermedades transmitidas por los alimentos, y el asma en los recién nacidos.
Coger un resfriado
¿Puede que resfriarse de vez en cuando durante la infancia ayude a mantenerse más sano el resto de la vida? Una investigación reciente demuestra que las enfermedades comunes de la infancia pueden hacer precisamente eso.
Los animales de laboratorio en condiciones estériles pueden estar a salvo de las infecciones, pero sus sistemas inmune y digestivo no se desarrollan adecuadamente y pueden sufrir daños neurológicos.
Gerald Callahan, microbiólogo de la Universidad Estatal de Colorado, dice que también se sabe que los chicos que se crían en hogares que están demasiado limpios tienen más riesgo de desarrollar alergias y asma. Por el contrario enfermar de niño es crucial para convertirse en un adulto sano.
Según Callahan, entre la infección y un niño en desarrollo se establece una íntima interacción que no puede recuperarse más tarde en la edad adulta.
Callahan opina que un uso excesivo de productos de limpieza del hogar puede ser dañino para la salud de los niños, no sólo por sus componentes químicos sino también porque pueden matar todos los microbios.
A Callahan le gusta explicar que todos sabemos que nuestros hijos van a encontrarse con malas personas cuando crezcan, pero no tratamos de protegerlos de todo el mundo porque sabemos que ello podría ser contraproducente.
Las bacterias ayudan a nuestro sistema digestivo, fortalecen nuestro sistema inmune y aportan energía a nuestras células. Por ello es importante que lleguemos a conocer unas pocas antes de hacernos mayores.
Glo Germ
Glo Germ y “estornudo spray”. Suenan como términos de un libro de niños del Doctor Seuss, pero en la Escuela Episcopal San Lucas de Mobile en Alabama son importantes herramientas para la enseñanza de la higiene.
Una lección muy popular utiliza un producto llamado “Glo Germ”. Los profesores cubren las manos de sus estudiantes con un polvo inofensivo, les hacen lavarse las manos y después utilizan luz ultravioleta para localizar las áreas que no se han lavado bien.
Diane McCleery es una enfermera diplomada en el San Lucas. Sostiene que el Glo Germ penetra en todos los rincones y ranuras, a los que las bacterias y virus llamarían hogar y por ello el Glo Germ es tan difícil de quitar como lo son las bacterias y los virus.
McCleery afirma que ésta suele ser la primera vez que los estudiantes adquieren una apreciación visual de cómo es el medio que existe bajo las uñas de sus dedos y de todas las hendiduras y grietas alrededor de sus nudillos, y de este modo comprenden lo importante que es utilizar grandes cantidades de jabón y agua, en vez de dejar correr agua tibia sobre sus manos durante un segundo y después medio secarlas con una toalla.
Los estudiantes tienen también una clase llamada “estornudo spray” para demostrar cómo pueden extenderse las infecciones. En primer lugar frotan sus manos con una loción y después las cubren con una sustancia que reluce. Entonces se lavan las manos minuciosamente y prosiguen su jornada con normalidad. Al final del día el brillo que no se lavaron está por todas partes: en los sacapuntas, sobre los pupitres y los pomos de las puertas.
McCleery asegura que estos programas ayudan a reforzar las reglas acerca de la higiene que los padres enseñan en casa, y resultan divertidos.
El vino tinto y las enfermedades transmitidas por los alimentos
Un vaso de vino tinto puede constituir un agradable complemento para su comida pero puede ser algo más. El vino tinto puede también ayudarle a defenderse de una intoxicación alimenticia. Azlin Mustafa, profesora de la Universidad de Missouri en Columbia, ha estudiado el efecto del vino sobre los patógenos y sobre los microbios llamados bacterias probióticas, que favorecen la digestión y la salud. Puso en remojo patógenos y bacterias probióticas en diferentes clases de vino tinto.
Afirma que muchos de esos vinos, y con independencia de la temperatura, tuvieron un efecto inhibidor frente a los cinco patógenos ensayados pero no frente a las bacterias probióticas.
De acuerdo con Mustafa los más eficaces inhibidores de patógenos transmitidos por los alimentos fueron los vinos elaborados con las uvas cabernet, pinot noir, syrah y merlot. También observó que el vino blanco no tenía el mismo impacto; a los patógenos no parecía molestarles en absoluto el vino blanco. Mustafa dice que sospecha que el vino tinto contiene elevadas concentraciones de compuestos polifenólicos que pueden ser tóxicos para los patógenos. En la siguiente fase de su investigación planea estudiar cómo el vino tinto inhibe los patógenos mientras no afecta a las bacterias beneficiosas.
El asma en los recién nacidos
Unos investigadores han encontrado que los recién nacidos que padecen determinadas infecciones bacterianas, tales como las que origina Streptococcus pneumoniae y Haemophilus influenzae, tienen más probabilidades de desarrollar asma hacia los cinco años.
Dichos investigadores, pertenecientes al Hospital Universitario de Copenhagen, hicieron análisis de estas bacterias en niños de un mes. El veinte y uno por ciento dieron positivo aunque no estaban enfermos, pero a los cinco años un tercio de los infectados habían desarrollado asma, frente a sólo el diez por ciento de los no infectados.
El director del equipo, Hans Bisgaard, dice que de alguna manera existe una asociación entre la colonización por dichas bacterias al nacer y el desarrollo posterior del asma en el transcurso de la vida.
Bisgaard señala que el hallazgo puede significar que las bacterias causan asma. O podría indicar que los niños que están predispuestos al asma están también más dispuestos a contraer esas infecciones bacterianas.
Sólo más investigaciones nos podrán decir cuál de las respuestas es correcta y si tratando las infecciones podría ayudarse a prevenir el asma. En todo caso Bisgaard apunta que los médicos ya pueden comenzar a usar estos hallazgos para identificar los niños con riesgo.
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