A continuación: Objetivo: el tumor, bacterias en el hielo, y Escherichia coli se agarra.
Objetivo: el tumor
Cuando los tumores se tratan con drogas, a veces no basta con darle al paciente una píldora o ponerle una inyección; los médicos también necesitan una forma de hacer llegar directamente las moléculas antitumorales al tejido tumoral.
De Qi Xu tuvo la idea de insertar una molécula antitumoral llamada “ARN pequeño de interferencia” dentro de Samonella. Tanto él como Dennis Kopecko, empleados de la Food and Drug Administration, están trabajando con científicos del centro de investigaciones para la prevención y el tratamiento de enfermedades de la próstata de la Universidad de Jilin en China.
Como vehículo para hacer llegar un agente antitumoral hasta el cáncer usan una cepa atenuada de Salmonella typhimurium que normalmente contamina los alimentos. Esta bacteria, que ha sido modificada para que no origine una enfermedad, tiene afinidad por los tumores.
La cepa bacteriana se dirige a ellos y allí alcanza una proporción de al menos mil veces superior que en otros tejidos. De esta forma hace llegar hasta los tumores los agentes terapéuticos que los atacan y provocan su regresión.
En tests llevados a cabo en ratones con cáncer de próstata, la bacteria se dirige y crece dentro de los tumores, previene su progresión a otros tejidos, y causa una regresión tumoral significativa. Los estudios futuros evaluarán la eficacia de Salmonella en otros animales con diferentes tipos de tumores y, con el tiempo, se ensayará en seres humanos.
Bacterias en el hielo
Los microbios se las arreglan para vivir miles de años en el hielo antártico. Ahora el físico Buford Price de la Universidad de California en Berkeley piensa que sabe una de las maneras en que lo hacen. Dice que las moléculas de gas tales como el oxígeno se quedan atrapadas a medida que el hielo se forma y lo mismo les ocurre a los microbios. Las moléculas se pueden mover; los microbios no. Pero si una molécula de gas se encuentra con un microbio, el microbio puede utilizarla, si la necesita. Price explica que la mayoría de los microbios pueden sobrevivir indefinidamente de esta manera.
Según Price, en las profundidades donde los microbios están atrapados, incapaces de multiplicarse, nadar o moverse, sí pueden incorporar moléculas a través de sus membranas, obtener suficiente energía para reparar daños en el ADN y, siempre y cuando haya nutrientes, mantenerse vivos.
Price afirma que los microbios tienen también otras estrategias de supervivencia en el hielo. Piensa que muchas de estas estrategias podrían funcionar en ambientes extremos tales como el de Marte, si es que hay microbios allí.
Cree que si la vida se hubiese establecido alguna vez en Marte, hoy sería posible encontrar microbios bajo su superficie.
Price dice que la única manera de descubrirlo es cavar.
Escherichia coli se agarra
La mayoría de los Escherichia coli viven en el intestino sin provocar daño alguno. Pero ciertas cepas pueden causar retortijones, diarrea e incluso fallo renal en los seres humanos.
Los humanos pueden adquirir las cepas tóxicas de esta bacteria común al consumir productos contaminados: leche o ternera, por ejemplo. Una vez ingerido, el Escherichia coli dañino debe adherirse a los intestinos para liberar sus toxinas, explica Jorge Girón, un biólogo de la Universidad de Arizona en Tucson. Lo que a él le interesa es saber cómo se agarra la bacteria.
Girón ha identificado en la superficie de estas bacterias unas estructuras similares a los pelos, llamadas pili. Estos pili permiten o median en la unión de la bacteria con las células humanas.
Dice que si el Escherichia coli dañino no se adhiere a animales hospedadores tales como las vacas y ovejas, no infectará a los humanos
Pero identificar estos pili pegajosos es sólo el primer paso. Por de pronto, los pili podrían crecer sólo bajo ciertas condiciones, o incluso en determinados hospedadores. Más inquietante, dice, es el hecho de que las bacterias normalmente tienen soluciones alternativas para superar los problemas que encuentran.
Girón puntualiza que aunque pudiera evitar la adherencia de las bacterias a través de este tipo de pili, ellas tendrían otras armas, otras estrategias que les permitirían adherirse.