A continuación: alucinaciones producidas por antifúngicos; probióticos y Escherichia coli; biología sintética; y esponjas oceánicas.
Alucinaciones producidas por antifúngicos
El fármaco variconazol es un compuesto ampliamente utilizado para combatir infecciones fúngicas que tienden a padecer personas con el sistema inmune debilitado. Actualmente un equipo de las National Institutes of Health (NIH) informa de un hecho extraño en relación con los efectos secundarios de este producto: alucinaciones.
Dimitrios Zonios, miembro del equipo, dice que estas alucinaciones son diferentes a las de los enfermos psiquiátricos o a las de consumidores de drogas, que se sienten aturdidos por sus visiones. En su lugar los enfermos con alucinaciones producidas por el variconazol están completamente lúcidos.
De acuerdo con Zonios, los afectados por los efectos secundarios no están confusos y comprenden perfectamente lo que está ocurriendo.
Asegura que un sujeto sometido al estudio informó haber visto un “wookie” – sí, uno de aquellos individuos melenudos de la Guerra de las Galaxias. Otros vieron objetos voladores, escenas de Montana y New York City u oyeron música. Comoquiera que los enfermos sabían que sus alucinaciones no eran reales, dice Zonios, en general no estaban preocupados y a menudo incluso se divertían.
El estudio también demostró que alrededor del doce por ciento de los enfermos experimentan este efecto secundario. Y como hasta ahora han tomado el antifúngico alrededor de trece millones de individuos se infiere que en los hospitales ha habido mucha más movida de la que los médicos han notado.
Probióticos y Escherichia coli
El tubo digestivo aloja más de la mitad de los setenta trillones de células del cuerpo humano. Los probióticos son microorganismos vivos que ayudan a mantener a todas esas células en un orden armonioso de acuerdo a bases regulares. Actualmente una nueva investigación demuestra que los probióticos también representan una gran promesa para el tratamiento de las infecciones gastrointestinales originadas por Escherichia coli y Salmonella.
E. coli O157H7 es una bacteria peligrosa, un patógeno transmitido por los alimentos que puede causar diarrea sanguinolenta e incluso fallo renal. Los nuevos tratamientos para E. coli incluyen el uso de bacterias probióticas. Una razón de ello es el impacto que los probióticos tienen sobre la toxina shiga. Las toxinas shiga son los venenos más potentes en el arsenal de E. coli. Pero se debilitan en presencia de probióticos.
Magdalena Kostrynska, investigadora en agricultura y alimentos de origen agrícola de Guelph, Ontario, dice que cuando se cultivan conjuntamente probioticos y E. coli O157H7 se inhibe la producción de la toxina shiga 2.
El trabajo de Kostrynska está contribuyendo a aumentar el conjunto de pruebas que apoyan la terapia probiótica.
Biología sintética
Puede que en el futuro los ordenadores no estén fabricados con componentes electrónicos sino con bacterias modificadas. El ingeniero Richard Kitney, de Imperial College, Londres, es un pionero en este campo emergente. Dice que a diferencia de los delicados y recargados dispositivos actuales, estas “maquinas vivientes” pueden sobrevivir en cualquier lugar donde exista vida.
Kitney afirma que los sensores de base biológica capaces de soportar altas presiones, niveles bajos de iluminación y otras fuerzas naturales pueden implantarse en el fondo del océano. Los sensores obtienen energía del medio ambiente que los rodea, lo que según Kitney sólo puede conseguirse si se utilizan dispositivos de base biológica.
Señala que el desafío actual es inventar piezas estandarizadas y fiables de estos dispositivos de modo que los ingenieros puedan cogerlas de la estantería cuando quieran fabricar algo. Los investigadores han ingeniado ya algunas partes de ordenador esenciales, insertando ADN modificado en células de E. coli.
Kitney dice que en un futuro muchas de estas células modificadas podrían unirse para fabricar calculadoras, ordenadores, dispositivos médicos e incluso coches y aviones ultra-eficaces.
Esponjas oceánicas
Se sabe que hay bacterias que viven en las esponjas de su fregadero pero las bacterias también viven dentro de las esponjas encontradas en el océano. Los científicos estiman que las bacterias representan más de la mitad del peso corporal de algunas esponjas marinas vivas.
En una sola especie de esponja pueden encontrase del orden de cincuenta tipos de bacterias. Y Detner Sipkema, profesor de la Universidad de California en Berkeley, señala que muchas de esas bacterias producen compuestos que podrían dar lugar a nuevos fármacos.
Sipkema afirma que químicos de productos naturales de todo el mundo han aislado compuestos de esponjas marinas con propiedades anticancerosas y antivirales.
Pero para obtener los compuestos producidos por las bacterias de las esponjas, los científicos tienen que salvar un obstáculo importante – cultivarlas en el laboratorio.
En general, afirma Sipkema, se estima que sólo alrededor del uno por ciento de las bacterias simbiontes encontradas en las esponjas pueden cultivarse, dejando un gran vacío del noventa y nueve por ciento.
Según Sipkema, su laboratorio puede cultivar actualmente alrededor de un diez por ciento.
El objetivo principal de su trabajo actual es cultivar el noventa por ciento que queda.