Microbios
Microbios, conducido por Dr. Max Brito, es un programa educativo que consta de podcasts semanales dirigidos a mejorar la comprension y apreciacion del rol vital que los microorganismos juegan en nuestro planeta y promover la microbiologia.
Episodio 53

A continuacion: Piel artificial en la lucha contra la infección, ratones como quimeras humanas, y virus transmitidos por artrópodos.

Piel artificial en la lucha contra la infección

Las víctimas con quemaduras graves que precisan   de injertos de piel están expuestas a infecciones mortales. Sin embargo los investigadores que estudian el problema de las quemaduras han encontrado, mediante técnicas de ingeniería genética, la manera de conferir a las células de la piel mayor resistencia contra las infecciones bacterianas que la que tienen las células normales. El elemento clave es una proteína llamada defensina beta-cuatro humana. Esta proteína no se encuentra normalmente en la piel pero es una parte del sistema inmunitario humano.

El tratamiento estándar en pacientes con quemaduras es hacer injertos de piel tomada de un área intacta del propio cuerpo. Cuando los pacientes han sufrido quemaduras terribles, hay que cultivar piel a partir de células de cualquier pequeña parte no afectada que exista. Pero se requiere tiempo hasta que las células se desarrollen y puedan ser injertadas en el paciente. Mientras tanto, esos pacientes están expuestos a infecciones que pueden ser mortales.

Para hallar una forma de reducir dichas infecciones se ha aislado un gen que codifica una proteína llamada defensina beta 4 humana, o (abreviado de la denominación inglesa) H-B-D-4.

Dorothy Supp, investigadora del Hospital Infantil Shriners de Cincinnati, dice que cuando las células epiteliales normales tratadas con H-B-D-4 se exponen a la acción de microbios que provocan infecciones comunes, esas células alteradas genéticamente luchan mejor contra la infección.

Supp explica que están considerando este resultado como prueba de una alternativa en el control de la infección que podría reducir la dependencia de productos antimicrobianos tópicos.

Ratones como quimeras humanas

En la mitología griega una quimera es un monstruo femenino que respira fuego y tiene cabeza de león, cuerpo de cabra y cola de serpiente, pero los ratones de un laboratorio de Dallas también son quimeras ─ ratones implantados con tejidos humanos y con células sanguíneas humanas. Puede que no sean Mighty Mouse (Super Ratón), pero su sistema inmune responde a las infecciones como lo hace el de los humanos y esto los convierte en modelos ideales para el estudio de las enfermedades infecciosas.

Victor García-Martínez, catedrático de la Universidad del Centro Médico del Sudoeste de Texas en Dallas, afirma que los ratones ofrecen a los científicos la posibilidad de probar nuevas vacunas, nuevos fármacos y nuevos inhibidores de la transmisión de los virus.

Los ratones normales no son sensibles a virus humanos, tales como el VIH y el virus de Epstein Barr, pero los colegas de García-Martínez en Tejas y en la Universidad de Minnesota han desarrollado los primeros ratones de laboratorio con un conjunto completo de células inmunitarias humanas.

Estas quimeras de ratón-hombre producen en abundancia células T (que luchan contra la infección) en respuesta a virus específicos de humanos, de la misma forma que lo hace el sistema inmunitario de los seres humanos.

Para crear semejante ratón los investigadores implantan células T de tejido humano y células madre sanguíneas en ratones inmunodeficientes, que no pueden rechazarlas. El resultado es un modelo vivo con el que podemos buscar tratamientos para toda clase de patógenos de humanos, desde el VIH hasta el del carbunco.

Virus transmitidos por artrópodos

Los artrópodos son lo que mucha gente llama “bichos” o “insectos” y pueden transportar algunos patógenos bastante virulentos, tales como los virus responsables de la fiebre amarilla, del dengue, y de la encefalitis japonesa. Hoy en día las enfermedades transmitidas por artrópodos se expanden rápidamente, llevando nuevos casos a lugares que antes estaban a salvo.

El virus del oeste del Nilo es un ejemplo claro de la forma en que los virus transmitidos por artrópodos se están desplazando a nuevos territorios. Diane Griffin, catedrática de la Escuela de Salud Pública de la Universidad Johns Hopkins, afirma que el virus del oeste del Nilo atravesó el Atlántico y aterrizó en la ciudad de Nueva York.

Griffin subraya que lo que más sorprendió a todo el mundo fue la rapidez con que se extendió a través del continente. El virus fue introducido en 1999, y en 2004 había alcanzado la costa del Pacífico. Actualmente se está expandiendo por Canadá y América del Sur.

En opinión de Griffin, los virus transmitidos por artrópodos, como el del oeste del Nilo, están proliferando en nuevos lugares en parte porque los mosquitos y otros insectos pueden viajar fácilmente como polizones en aviones y barcos. En otros casos, los cambios en el uso de la tierra han abierto nuevas localizaciones donde los artrópodos pueden vivir y adonde han traído los virus y enfermedades que transportan con ellos.

La traducción al español ha sido una gentileza de la Sociedad Española de Microbiología, www.semicro.es.

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