A continuacion: Comunicación entre médicos y veterinarios; comportamiento peligroso en el zoo para niños; carne de vaca irradiada; y más allá del test del olfato.
Comunicación entre médicos y veterinarios
En los orígenes de la medicina moderna los veterinarios y los médicos solían hablar entre ellos sobre las zoonosis, enfermedades infecciosas que pueden afectar tanto a los seres humanos como a los animales. Pero con el paso del tiempo, esta comunicación ha ido desapareciendo. Esta falta de comunicación podría convertirse en un problema si nos ataca una zoonosis, ya que la mayoría de los patógenos están igual de dispuestos a infectar a un animal o a un humano. Para controlar estas infecciones, debemos desterrar la idea de que estas enfermedades son de alguna forma diferentes en humanos y en animales.
Comportamiento peligroso en el zoo para niños
Aunque los zoológicos para niños parecen inofensivos, contienen un mundo microscópico con potencial peligro para sus visitantes, que consiste en la posible transmisión de patógenos entéricos desde los animales a los humanos. Las enfermedades entéricas se propagan mediante la ingestión accidental de las heces de los animales. Acariciar a los animales y comer después sin haberse lavado las manos, incrementa el riesgo de transmisión. Pero según un estudio de supervisión, el 28% de las personas que salen del zoológico no se lavan las manos. Siempre y cuando los padres sean conscientes de los riesgos y sigan las indicaciones, visitar un zoológico puede ser una experiencia muy alegre y segura para los niños.
Carne de vaca irradiada
La carne de vaca irradiada es algo que muchos consumidores tienden a rehuir. Algunos dicen que la alta energía que necesitan los procesos con elevado poder de penetración hace que la carne sepa y huela de una forma poco agradable. Se ha demostrado que dosis bajas de radiación también son eficaces para eliminar a los microorganismos y no tienen efectos adversos en el sabor del producto. Sin embargo, es aconsejable cocinar siempre a fondo la carne de vaca hasta que alcance una temperatura de 160 grados Fahrenheit en su interior.